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martes, 31 de mayo de 2011

Yiya Murano


    • Víctimas
    • Nilda Gamba: 11 de febrero de 1979
    • Cáren Zulema de Venturini , (Mema) 24 de marzo de 1979
    • Lelia Formisano de Ayala, (Chicha) 19 de febrero de 1979
    • HECHOS
    • Con sus amigas mas cercanas, comenzó a involucrarse en el mercado financiero.
    • Mema, prima segunda de Yiya, tentada por promesas de jugosos intereses, entrego a Yiya, una cantidad significativa de dinero. Yiya actuó del mismo modo con Nilda, vecina del mismo piso.
    • Una amiga intima de Nilda, Lelia Formisano de Ayala, a quien llamaban Chicha, también se sintió atraída, por las maravillas que lograba Yiya y decidió invertir.
    • El plazo para la devolución del dinero había transcurrido y como Yiya nunca lo había puesto a trabajar, comenzó a tramar su plan que la llevaría a un desenlace fatal través de masas finas o saquitos de té. En febrero de 1979, fallece, Nilda con un diagnostico de: “ paro cardiaco no traumático ”. A la semana, el 22 de febrero, hallaron a Chicha muerta en su departamento y la causa de la muerte , según el certificado de defunción, fue también paro cardiaco no traumático .El 24 de marzo fallece la prima de Yiya, Mema. Durante el velatorio de Mema, hubo una serie de incidentes, entre Yiya y la hija de Mema, quien la acusaba de estafadora y quien mas tarde sería la que la denunciara, siendo luego detenida el 24 de abril de 1979 por la policía.Se les realizaron autopsias a las primeras dos víctimas, sin arrojar resultados. Sin embargo en el cadáver de Mema pudo determinarse con exactitud que en sus vísceras había restos de cianuro alcalino , así que se consideró que se trataba de una muerte por envenenamiento. El 12 de junio de ese mismo año se lo dictaminó a Yiya la prisión preventiva. Resolución: Fue absuelta en primera instancia, luego de tres años de prisión, por el juez Ángel Mercado, quien adujo en fallo “dudas insalvables”. Tres años después la Cámara de Apelaciones evaluó los indicios de manera diametralmente opuesta y la condenó a cadena perpetua.La sentencia de la cámara decia que desde el punto de vista médico, de acuerdo con el informe de los forenses, presenta una personalidad polifacética en la que se destacan componentes histéricos, paranoides y perversos , y es en base al tipo de su personalidad que se estima posee peligrosidad social...”.Como conclusión el fallo establecía: “... Si bien la señora Murano posee peligrosidad social, al momento de cometer los hechos criminosos que se le reprochan tuvo capacidad para comprender el disvalor de sus actos, en sus alcances y consecuencias, así como para dirigir sus acciones...”.Año tras año Yiya presentó un pedido de conmutación de pena. En el 1993 su pena reducida a 25 años. Luego de cumplirse las dos terceras partes de su condena Yiya fue puesta en libertad en el año 1995.
    • Homicida Serial:
    • Se denomina Homicida Serial , aquel que habrá de llevar a acabo un mínimo de tres acciones diferentes, con intervalos fríos (cool-off). En cada una de ellas puede producir más de un homicidio.
    • Habitualmente, cada criminal de este tipo tiene una especie de comportamiento y un ritual que le son característicos, y que mantiene inalterados durante la secuencia de homicidios .
    • GÉNESIS DE UN ASESINO SERIAL:
    • Los homicidas seriales matan por algo que esta dentro de ellos y que sólo para ellos tiene alguna significación.
    • EL PSICOPATA
    • Se denomina psicópatas a aquellos individuos que sin presentar alteraciones en el curso del pensamiento, cuentan con graves desequilibrios caracterológicos, por deficiente integración de la personalidad.
  1. Tiempo Predelictual Victimario : gran percepción de la víctima, establece una relación de tipo “amistad”, teatraliza su rol, se muestra ingenuo, bueno, honesto, etc. Víctima Delincuente: generalmente muestran su codicia., intentando adquirir ganancias rápidamente, llegan a creerse superiores pensando que serán ellos lo que obtendrán beneficios.
  2. CRIMINODINAMIA : Tiempo Predelictual La idea criminosis fue elaborada en forma anticipada en base a la posibilidad de crecimiento económico, planificando además el resultado final del delito ( en este caso en particular, ocasionar la muerte de sus víctimas). RELACION VICTIMA- VICTIMARIO
  3. Las víctimas actuaron de buena fe, con el objetivo “ambicioso” de crecer económicamente. Las características del delito cometido por “Yiya” son acordes a las que se describen en los delitos de estafa. De acuerdo con el informe médico de los forenses, se determinó que “Yiya” presenta un personalidad polifacética en la que se destacan componentes histericos, paranoides y perversos .

Armin Meiwes


El caso de Armin Meiwes fue famoso en su momento, y es una muestra interesante sobre lanaturaleza del canibalismo. “Hombres bien constituidos, de entre 18 y 30 años, que quieran ser comidos por mí” era el típico mensaje que el alemán Meiwes dejaba en sitios webs personales, buscando eco en alguna persona que quisiera participar en su juego. Y tuvo respuesta.
Bernd-Jurgen Brandes, alemán de 43 años, dio el visto bueno a Meiwes, y se ofreció para ser degustado en la noche del 9 de marzo del 2001. Allí, con Brandes alcoholizado y rebosante de analgésicos, Meiwes cortó el pene de Brandes, lo flambeó y los dos lo comieron juntos.
Luego, sangrando y casi inconsciente, Brandes tomó un baño y perdió la consciencia. Brandes lo degolló y luego lo descuartizó, comiendo un poco más de su carne. En los días siguientes al asesinato.Meiwes comió veinte kilos del cuerpo muerto de su plato humano en días siguientesa.
La historia es escalofriante y enormemente morbosa. Pero quitándole su contenido terrorífico, pensemos un poco en frío. ¿Hasta dónde el canibalismo es parte de nosotros? Si estamos dispuestos a comer carne humana para sobrevivir, la antropología reconoce la antropofagia como una realidad, y hay casos como el de Meiwes, ¿es correcto considerarnos caníbales por naturaleza?.


lunes, 30 de mayo de 2011

Asesino del zodiaco.

Hace más de 30 años, el asesino del zodiaco frecuentó el área de la bahía de San Francisco cometiendo asesinatos al parecer al azar. Cada uno de éstos fue seguido por cartas enviadas por el autor de los asesinatos a los periódicos locales donde detallaba los crímenes, con apuntes que sólo el asesino podía saber.
El 20 de diciembre de 1968, David Faraday,de 17 años y Betty Lou Jensen, de 16 fueron encontrados en un camino rural al este de Vallejo en California. Un pistolero de noche los encontró allí y mató a ambos adolescentes, a David le habían pegado un tiro en la cabeza y Betty Lou apareció a pocos metros con cinco tiros en la espalda con una pistola automática del calibre 22.










El 4 de julio de 1969, Michael Mageau, de 19 años y Darlene Ferrin,de 22, conducían de noche en la ciudad. Michael creyó que alguien los estaba persiguiendo pero Darlene reconoció al motorista y le dijo "no te preocupes."












Pero en mitad de la noche, fueron atacados cuando un vehículo familiar se les acercó abriendo fuego con una pistola de 9mm. 










El 27 de septiembre, Bryan Hartnell y Cecilia, ambos de 20 años, gozaban de una apacible comida campestre en el lago Berryessa cuando fueron atacados por un pistolero encapuchado. Apuntándolos con una pistola, el extranjero se describió como un presidiario que se había escapado y necesitaba su coche para "ir a México." Apuñaló a Bryan cinco veces y a Cecilia 14 veces. El asesino se detuvo en el coche de Bryan y escribió en la puerta: 12-20-1968 y 7-4-1969Una llamada telefónica puso en alerta a la policia sobre brutal crimen pero un pescador ya había descubierto a las víctimas. Brian Hartnell sobrevivió.
El 11 de octubre dispararon a Paul Stine, taxista de San Francisco con una pistola automática de 9mm. Los testigos vieron como el pistolero se escapó corriendo. En la estela del asesinato de Stine, el asesino del zodiaco lanzó una nueva carta así como un trozo de la camisa del taxista. También hizo llamadas telefónicas a la policía de Oakland amenazando "atacar a un autobús escolar", también aseguró cambiar su método de "recoger almas": "parecerán los robos rutinarios, matanzas en cólera, y algunas simularán suicidios".




En 1970, Kathleen Johns conducía con su hija cerca de California, cuando un motorista se acercó para decirle que un neumático posterior de su coche estaba deshinchado, el motorista le ayudó pero cuando retomó la marcha, la rueda se cayó. Su benefactor le ofreció llevarlas al taller más cercano, cogiendo a Kathleen en una impulsión sin rumbo a través del campo, amenazando su vida y la de su niña.



Nueve cartas más fueron recibidas del asesino del zodiaco entre abril 1970 y 1971. Hasta hoy, el caso sigue ABIERTO.















Ed Gein


Ed Gein, el carnicero de Plainfield nació el 26 de agosto de 1906.  Gein vivió solo desde la muerte de su madre en 1945, haciendo diversos trabajos para todo el pueblo, sobre todo en el aserradero. Anteriormente (y como suele suceder en estos casos) había sufrido malos tratos de su padre, que se emborrachaba y desencadenaba grandes peleas en la familia.
Pero el caso (criminológicamente hablando) comienza en 1954, cuando un granjero de Plainfield (Wisconsin) entró en la taberna de los Hogan, topándose con la gran sorpresa de que el suelo de madera estaba encharcado de algo que parecía ser sangre.  Mary Hogan, la propietaria, había desaparecido.
Cuando el sheriff llegó al lugar, comenzaron los interrogantes. Para empezar, la caja registradora estaba llena, por lo que no se trataba de un robo. Además, no había señales de lucha como podrían indicar vasos rotos, o taburetes por el suelo. Cuando unos días más tarde, Ed Gein se acerca al aserradero, el propietario de este le comenta a Gein que habían raptado a Mary Hogan, y que estaba desaparecida, este respondió: ?No está desaparecida. La tengo en mi granja?.
Sin embargo, no lo tomó en serio ya que Ed Gein era una persona excéntrica que solía contestar a todo con ironías y salidas de tono. El sábado 16 de noviembre de 1957, cuando Bernice Worden se dispuso a abrir la ferretería del pueblo, de la que era propietaria, no sabía que su vida cambiaría radicalmente desde aquel día.
Ed Gein, el vecino del que nadie sospecharía, entró por la puerta y pidió un anticongelante. Bernice lo apuntó en el libro de contabilidad, se introdujo en el almacén para buscar dicho material, cuando salió solo fue consciente de una cosa. Ed Gein la apuntaba con su viejo rifle de caza. Y sin tener tiempo para gritar o pedir auxilio, la bala salió del cañón y quedó incrustada en la cabeza de Bernice Worden.
Ed Gein se metió en el mostrador, cargó con el cuerpo de la propietaria y lo metió rápidamente en su furgoneta, tratando de no ser vista por ningún testigo. Entonces se marchó del lugar? Pero su astucia de lobo quedó nublada por el error que cometió. En el libro de contabilidad quedaba constancia de que él había sido el último cliente. El auténtico terror comienza entonces para los dos oficiales de policía que realizan un registro en la casa del asesino, mientras otros dos se encargan de arrestarlo y llevárselo del lugar.
Cuando uno de los policías entra en la casa, queda marcado para siempre por lo que ve y siente en ese lugar. Desde el primer momento un olor horrible acompaña a estos dos agentes. Además, una cantidad exagerada de moscas rompe el silencio de la casa. Cuando uno de los dos policías continúa avanzando, siente cómo algo choca contra su hombro. Y al darse la vuelta, al girar sobre sus pasos, se arrepentiría para siempre de haber entrado en el lugar ya que colgado de un gancho del techo por los pies, decapitado y abierto en canal yacía el cadáver de quien posteriormente sería reconocida como Bernice Worden, propietaria de la ferretería, y última víctima de Ed Gein.
Los dos agentes salieron del lugar con rapidez, para no vomitar en el escenario de un crimen. Y tras recuperarse del shock, pidieron ayuda por radio. Cuando llegó el resto de patrullas, se descubrió que solo aquel sería habitable para una persona enferma. Basura, excrementos, revistas pornográficas y de anatomía, o tazas con chicles pegados en ellas eran parte del macabro escenario. Pero aquello no era nada comparado con lo que verían después.
Auténticos cráneos yacían en la cocina, partidos por la mitad para ser utilizados como cuencos. Una de las sillas del lugar estaba forrada con piel humana. Pero las lámparas, los mangos de los cuchillos o incluso un chaleco eran también del mismo material? Piel humana. En la habitación de Gein se descubrió la cabeza de Bernice Worden, rodeada de máscaras hechas también con piel (esta vez de la cara), y con pelo auténtico.
La única habitación de la cara que no parecía ?decorada? dentro de aquel museo de los horrores, era la habitación de su madre, que según aseguró Gein posteriormente, quedó intacta tras su muerte debido a que pudo comunicarse con ella después de muerta durante un año.


En uno de los juicios de 1968, Gein solo reconoció dos asesinatos? El resto de material que había utilizado para su particular museo, procedía de cadáveres que él mismo había desenterrado del cementerio. Nueve cadáveres fueron utilizados para la decoración del lugar.

Aseguró además que aspiraba a realizarse (él mismo) un cambio de sexo, quería convertirse en mujer, fascinado por este tipo de operaciones. Finalmente, es internado en un psiquiátrico, como trastornado mental debido probablemente a las fuertes palizas y a la educación de su madre. Confesó además que aspiraba a abrir su casa como museo de los horrores.
Fallece el 28 de julio de 1984 por una insuficiencia respiratoria, y como paciente modelo. Sus restos descansan en el cementerio de Plainfield, al lado de los restos de su madre.
Y su furgoneta, fue vendida bajo el lema "¡Compre la furgoneta de Ed Gein, donde transportó los cadáveres para su museo del horror!". Debemos preguntarnos, ¿el único enfermo aquí fue Ed Gein? ¿Y qué pasa con el vendedor de su furgoneta? O peor aún? ¿qué pasa con el comprador?

El hombre del saco

EL hombre del saco se conoce como un viejo asesino español que actuaba por medio de ritos satánicos.
A día de hoy, las dudas entre si fue un hecho real o un mito, siguen vigentes:


Se llamaba Francisco Leona y tenía una barbería en Gádor, un pueblo de Almería de unos 3.000 habitantes. Fue el cabecilla del rapto (con saco), asesinato y siniestro ritual de sangre de un niño de 7 años, recoge Alberto Cerezuela en el libro Enigmas y leyendas de Almería. De hecho, las actuales amenazas paternales con hombre del saco podrían echar mano de todo un complot. El hombre del saco fueron en realidad tres hombres y una mujer.
La trama empezó con una hipotética receta milagrosa para curar a un tuberculoso: Francisco Ortega. Leona, que era curandero, le prescribió “beber la sangre caliente de un niño y untarse sus mantecas sobre el pecho”, cuenta Cerezuela. No sólo convenció a Ortega, sino que le cobró 3.000 reales por el ritual. Así que Leona decidió raptar a un niño y ahí entró en acción el tercer hombre del saco: Julio Hernández, El Tonto, un joven que tenía como hobbycazar pájaros y arrancarles la cabeza de un mordisco. Su madre, Agustina (también conocida como La Bruja) también se ofreció a colaborar “e incluso hay quien cuenta que usó a su otro hijo como cebo”, apunta el licenciado en Humanidades.
Y llegó el 28 de junio de 1910. El niño despistado que terminó en el saco se llamaba Bernardo Parra. Leona y El Tonto realizaron el ritual –que nunca llegó a curar al enfermo– y llevaron los restos del niño, otra vez en el saco, a Las Pocicas (a 4 kilómetros del pueblo). Y a partir de ahí, “la cosa no está muy clara”, contó un anciano de Gàdor a Cerezuela. Parece que El Tonto terminó acudiendo a la Guardia Civil porque Leona no le pagó el dinero acordado: 50 pesetas.


Luis Alfredo Garavito

Bajo estrictas medidas de seguridad permanece el más grande violador y asesino en serie de niños en la historia del país y del mundo, Luis Alfredo GaravitoCubillos, luego que intentara quitarse la vida en una celda de la cárcel de Valledupar.

Según informaron las autoridades, el hombre de 49 años atentó contra su vida golpeándose fuertemente la cabeza contra las rejas de su celda.
La ‘Bestia’, como se le conoce, se golpeó varias veces hasta perder el sentido.
Ensangrentado fue trasladado hasta el puesto de salud del penal, en donde le prestaron asistencia médica.
El aterrador sujeto, que paga una condena por haber violado y asesinado a más de 170 niños, al parecer ha querido suicidarse luego de conocer un nuevo requerimiento de la justicia que le impediría conseguir su libertad en próximos meses.
Garavito fue capturado por las autoridades el 22 de abril de 1999 en la ciudad de Villavicencio, en momentos en los que pretendía abusar sexualmente de un menor de edad.
El espeluznante accionar de la ‘Bestia’ lo llevó a cometer vejámenes y atrocidades con niños en departamentos como Boyacá, Caldas, Quindío y Risaralda, entre otros.
Luego de estos hechos, una comisión de la Defensoría del Pueblo hizo presencia en el penal para hacer seguimiento del caso.
Se conoció que el condenado en más de una ocasión ha pedido al Instituto Nacional Penitenciario, Inpec, que incremente su seguridad, ya que su vida corre peligro.
Truncada libertad
Luego que el abominable hombre diera un reportaje a un medio de comunicación, en el que mostraba su faceta de arrepentimiento y la conversión a la vida cristiana y que a su vez sirvió para alertar al país que pronto quedaría libre, las cosas para él no han sido fáciles, ya que la Nación entera repudió su corta condena que, para la mayoría de expertos penalistas, no es compensada con la magnitud de los trágicos hechos.
Ahora se conoció que la ‘Bestia’ fue condenada por un juzgado del departamento del Meta a 23 años de prisión por el asesinato de un menor de 13 años, registrado en la población de Cartagena del Chairá, en Caquetá, hecho que ya está en conocimiento del juez de ejecución de penas de Valledupar.
Según fuentes del centro penitenciario en Valledupar, a Garavito Cubillos se le ha visto deprimido y silencioso.
Esa actitud la asumió después de que supo que lo esperaba otra condena de 13 años.
A esto se suman los cambios intempestivos de su estado de ánimo, que lo obligan a estar en continuo seguimiento siquiátrico.
La ‘Bestia’ permanece en una celda aislada ya que a los violadores y asesinos de niños los mismos reclusos los sentencian a cobrárselas, esa es una ley que impera en casi todos los penales.
Abusado
Garavito Cubillos creció en la población de Génova, Quindío, en medio de maltratos y falta de cariño por parte de su padre.
En sus declaraciones a las autoridades, el mayor de siete hermanos, argumentó que también fue víctima del abuso sexual.
Aseguran los psicólogos que su mente consternada, tal vez por lo sufrido, lo llevó a cometer sus demenciales actos.
La ‘Bestia’ se hizo pasar por vendedor ambulante, monje, cura y hasta benefactor de niños y ancianos.
Sus víctimas, entre los 6 y 16 años, eran en su mayoría niños de estratos bajos a los que envolvía con regalos y dinero en los parques, colegios, escuelas y plazas de mercado.
Cuando ya había ganado la confianza de los chiquillos, los invitaba a zonas despobladas en donde los sometía a sus más bajos instintos y vejámenes sexuales.

Jeffrey Dahmer

Nació el 21 de mayo de 1960 en el hogar de un matrimonio problemático, compuesto por un investigador químico y una neurótica emotiva y autocompasiva esposa. Era un niño tímido y solitario que temía el abandono y daba la impresión de estar desamparado.
El joven Jeffrey no hacía más que gritar pidiendo atención desde temprana edad pero esos gritos nunca fueron oídos ya que sus padres estaban demasiado absortos en sus propias guerras personales que los llevaron a un amargo divorcio en 1978.
Su familia cambió de vivienda seis veces antes de establecerse en 1968 en Ohio. La mayor parte de su infancia la pasó escondido en un cobertizo de madera en una colina cazando insectos en frascos y conservándolos en formol. Pronto se interesó por la anatomía animal. Sentía gran curiosidad por saber qué tenían por dentro y llenó el sótano de su casa con huesos de conejos, pollos y otros animales. Luego pasó a las ardillas, mapaches y otras piezas más grandes, transportaba los cuerpos hasta el bosque, donde los dejaba pudrirse, luego sumergía los restos en lejía para limpiar y blanquear los huesos.


Su madre tras una temporada en el hospital, como consecuencia de la ingestión de grandes cantidades de tranquilizantes y otras drogas, tuvo que guardar cama por el resto de sus días, hecho que conduciría a Jeffrey a un aislamiento inquebrantable.
Dahmer comienza a matar siempre que se le presenta la ocasión. Seguía el mismo modus operandi: primero, el flirteo ofreciendo dinero a cambio de sexo, luego les ofrecía una bebida con somnífero y, finalmente, los estrangulaba. Después de matar a su víctima se quedaba abrazando el cadáver, pensando en cómo conservar las cabezas y formar una especie de altar en la habitación adornando con los huesos.
Dahmer seguía la predecible pauta de los asesinos en serie. Empezó matando cautelosamente asustado por sus crímenes. Luego el ritmo aumenta y se convirtió en una máquina de matar más efectiva. Está demostrado que estos asesinos con el tiempo se vuelven arrogantes y despreocupados convencidos de que no pueden ser apresados por ningún mortal, creyendo tener máximo poder y autoridad sobre los demás.
Dahmer mostraba muchas características de asesino organizado: acechaba a sus víctimas, les engañaba para llevárselos a su departamento con la promesa de dinero y favores y, después de la muerte ocultaba las pruebas de los crímenes, pero también daba muestras de ser un criminal desorganizado: realizaba actos sexuales con sus víctimas después de la muerte, consumía su carne y sangre, las mutilaba y conservaba algunas partes como recuerdos.
En una ocasión una de sus víctimas logró marcharse antes de que las drogas surtiesen su efecto, y la policía efectuó un registro de la casa, pero afirmaron no haber hallado nada.
Dahmer se mostró tan sincero y cooperador como muchos otros asesinos en serie, sin embargo, ni él mismo podía entender cómo había sido capaz de cometer todas aquellas atrocidades. Todos los presentes pudieron darse cuenta de hasta qué punto sus compulsiones y fantasías se habían apoderado de su mente, empujándole a seguir asesinato tras asesinato.
Después del veredicto habló por primera vez al tribunal, dijo: "Señor juez, todo ha terminado, me siento muy mal por lo que hice a esas pobres familias y comprendo su merecido odio. Asumo toda la culpa por lo que hice. He hecho daño a mi madre, a mi padre y a mi madrastra, pero les quiero mucho".
El carnicero de Milwaukee fue sentenciado a un mínimo de 900 años, pero murió en la cárcel en 1994 asesinado a golpes por un recluso. Tras la noticia, los padres de Dahmer se pelearon por la posesión de su cerebro, llegando incluso a enfrentarse ante los tribunales. La madre deseaba venderlo a un hospital de investigación mental, mientras que el padre sólo deseaba enterrarlo lejos de todo el mundo y de su memoria.
También los parientes de sus víctimas, representados por un abogado, consiguieron hacer negocio con los utensilios utilizados por el asesino para trocear y desangrar. Su refrigerador se subastó públicamente, al igual que todo tipo de cuchillos, sierras, picadoras y taladros.
Un grupo de ciudadanos de Milwaukee compró el lote completo con intención de montar un "museo de los horrores" para la atracción de los turistas, pero al final no se atrevieron a llevar a cabo el proyecto y destruyeron el macabro legado del caníbal.

Guilles de Rais

Con apenas 20 años, Guilles de Laval, barón de Rais, era ya un joven de atractiva elegancia y sorprendente belleza. Había recibido una esmerada formación intelectual y militar que lo llevÓ a tomar lugar a lado de Juana de Arco como primer teniente a favor de su amigo el rey Carlos VII. Sirvió con tal distinción en las distintas batallas de la época, que fue recompensado con el título de Mariscal de Francia. La suerte le seguía sonriendo desde su venida al mundo en 1404.
Descendía de una de las familias más ricas y poderosas de Francia, y a los 11 años había heredado una de las mayores fortunas del país, que se había incrementado tras casarse a los 16, con su prima e inmensamente rica, Catalina de Thouars.
Por aquel entonces su vida transcurría con total normalidad, incluso acababa de ser padre de una niña y era uno de los nobles más ricos de Europa. No obstante su conducta cambiaría tras la captura de su protegida Juana de Arco. El joven Mariscal trató de salvarla con una obstinación casi obsesiva, pero de poco le iba a servir, pues Juana acabaría siendo quemada en la hoguera.

Tras el duro shock de haber perdido a la mujer que idolatraba en secreto, Guilles se separa de su esposa y se encerró en su castillo de Rais, negándose a tener contactos sexuales con ninguna mujer. Entonces comenzó una insólita carrera de crímenes y sacrilegios contra la Iglesia, pues trataba de desafiar a Dios por haber permitido que Juana fuese torturada y quemada.
Para divertirse, ordenaba que se organizasen en sus múltiples castillos lujosísimas fiestas y representaciones teatrales que eran conocidas en toda Europa, pero sus excesivos gastos pronto empezaron a menguar su fortuna y se vio obligado a vender varias de sus propiedades.
Preocupado por tales pérdidas, el barón de Rais se fue aficionando a la Alquimia e hizo que se instalase un laboratorio en un ala del castillo, donde trabajaba sin apenas dormir ayudado por alquimistas y magos importados de toda Europa a la búsqueda de la piedra filosofal, capaz, según la tradición esotérica, de transformar los metales en oro.
Al cabo de cierto tiempo, su sueño de oro no acababa de madurar, todo lo contrario, los Alquimistas y magos le costaban una fortuna que lo iba arruinando más y más, hasta que desengañado despidió a la gran mayoría. Los pocos que quedaron a su mando no tardaron en persuadirlo que solo con la ayuda del Diablo podría conseguir el oro que necesitaba.

Los historiadores opinan que su primer crimen fue cometido con el propósito de realizar un pacto con el diablo para lograr sus favores. Pero tras haber cortado las muñecas a la víctima, haberle sacado el corazón, los ojos y la sangre, ni se apareció el Diablo ni logró transformar el metal en oro. Lo único que habría logrado, sería el haber descubierto su pasión secreta: la tortura, la violación y el asesinato de niños.


En octubre, Guilles aceptó voluntariamente todos los cargos que se le imputaban y confesó que había disfrutado mucho con su vicio, a veces cortando el mismo la cabeza de un niño con una daga o un cuchillo, y otras golpeando a los jóvenes hasta la muerte con un palo y besando voluptuosamente los cuerpos muertos, deleitándose sobre aquellos que tenían las cabezas más bellas y los miembros más atractivos. Afirmó ante los magistrados que su mayor placer era sentarse en sus estómagos y ver como agonizaban lentamente, y que en los cargos que se le imputaban no había intervenido mas que él, ni había obrado bajo la influencia de otras personas, sino que siguió el dictado de su propia imaginación con el único fin de procurarse placer y deleites carnales.
Al amanecer del 26 de octubre fue llevado a un descampado junto dos de sus más destacados cómplices para ser ahorcado y quemado en la hoguera. En el patíbulo manifestó públicamente su arrepentimiento, instando a otros los presentes a no seguir su ejemplo y pidiendo humildemente perdón a los padres de las victimas. Murió aferrándose desesperadamente a su fe cristiana.
Accediendo a las súplicas de algunos de sus parientes, el cuerpo, parcialmente quemado, fue retirado de la hoguera y enterrado en una iglesia de las carmelitas en Nantes. Sus bienes fueron confiscados en beneficio del duque de Bretaña y de la Iglesia.

Ted Bundy

Ted Bundy era un hombre inteligente y atractivo, un seductor irresistible. Cada mes recibía cientos de cartas de amor repletas de piropos, proposiciones indecentes y besos pintados con carmín sobre el papel. Ese envidiable correo le era remitido a la prisión de Starke, en Florida, donde permaneció recluido hasta que el 24 de enero de 1989 fue ejecutado en la silla eléctrica. Era su castigo por haber matado sádicamente a más de 30 bellas muchachas.

Acaso el asesino en serie más famoso de la historia, Bundy ejercía sobre el público una fascinación casi obscena. La audiencia devoraba con glotonería cada una de sus palabras. Esperaban resolver el enigma de por qué un WASP arquetípico había elegido trazar semejante laberinto de sangre.
Porque Bundy, nacido en 1946 y antiguo boy scout, no encajaba en el perfil macabro del psicópata. Licenciado Psicología, se había involucrado en política y se le consideraba como una joven promesa del Partido Republicano. Bundy era además un ‘gentilhomme charmant’, un joven guapo y jovial con facilidad de palabra. Aquella máscara escondía a un monstruo despiadado.
Para cometer sus crímenes, Bundy apelaba a la bondad de sus víctimas. Paseaba por los campus universitarios con muletas o con el brazo en cabestrillo, y dejaba que sus libros se cayeran al suelo a la vista de alguna chica. Ellas no podían negarle ayuda a un sujeto que inspiraba confianza y ternura, y le acompañaban hasta su coche. Entonces Bundy las golpeaba con una palanca e iniciaba la pesadilla.
Más de una treintena de brutales crímenes.
Agonía prolongada
Bundy esquivaría la muerte durante casi nueve años, agotando todos los recursos judiciales e incluso manipulando a las autoridades. Cual Sherezade de vocación siniestra, ganaba tiempo ofreciendo a los investigadores datos de asesinatos jamás resueltos.
Su crédito negociador se agotó definitivamente el 24 de enero de 1989. Aquella mañana, cientos de personas se arremolinaban en el exterior de la prisión de Starke. Había un ambiente carnavalesco y de júbilo apenas disimulado a la espera de la ejecución de Bundy. Las pancartas rezaban lemas líricos tan inspirados como ‘Las rosas son rojas/ Las violetas azules/ Buenos días, Ted/ Te vamos a matar’.
Se filtraron informaciones de que Bundy empezó a tartamudear cuando vio la silla eléctrica. Él, siempre carismático y petulante, perdió su legendaria compostura cuando llegó su hora. En aquel instante, ni siquiera las cartas de amor que acumulaban polvo en su celda eran un consuelo. Era el momento de saldar deudas con sus viejos fantasmas.